Durante el anterior embarazo, el de nuestro hijo Pedro, fuimos escribiendo cosas que se nos ocurrían en un libro. En la semana santa de aquel embarazo y en previsión de que quizás no pudiéramos viajar a ningún lado durante las vacaciones de verano, nos fuimos 5 días a Florencia. En el mercado de la plaza Nuova, que tiene una escultura de un jabalí (según la leyenda si lanzas una moneda desde su hocico y cae en la rejilla, se cumplen tus deseos), le compramos un bonito libro que fuimos escribiendo durante el embarazo. Ana todavía esta buscando un libro adecuado para Carla, pero quizás aun no la haya llevado al sitio adecuado.
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